Una aerodinámica optimizada y una buena visibilidad panorámica requieren áreas acristaladas grandes y anguladas. Aunque la luz solar que incide sea escasa, se acumula calor en el interior del vehículo. Por lo tanto, es necesario tanto aire fresco como sea posible. Un nivel de temperatura agradable equivalente a la temperatura ambiental sólo puede conseguirse mediante un climatizador. El sistema climatizador consiste esencialmente en un sistema refrigerador, calefacción, controlador de humedad y unidad aireadora. Complementa los sistemas de calefacción y ventilación en un vehículo. Un sistema de aire acondicionado no produce aire frío pero funciona conforme al principio de una bomba de calor, como en una nevera. En términos sencillos, se guía el aire a través de un evaporador, donde traspasa su calor al refrigerante. A continuación, el aire enfriado y secado es soplado al interior. Un compresor enfría el refrigerante hasta la temperatura requerida. Algunos sistemas, presentan un compresor regulado externamente, con una temperatura del evaporador que puede regularse entre 2 y 12 °C. De este modo se garantiza que el aire no será deshumidificado más de lo necesario, lo cual significa una reducción de la cantidad de energía necesaria y, por ende, del consumo de combustible. Muchas marcas ofrecen para sus coches un sistema climatizador semiautomático o automático.

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